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diciembre 18, 2025 | Actualizado ECT
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Melania Trump presenta la decoración navideña de la Casa Blanca: un homenaje al patriotismo y la gratitud estadounidense

Bajo el lema “El hogar está donde está el corazón”, la primera dama transforma las estancias presidenciales en un recorrido festivo que honra a las familias militares, la historia nacional y el futuro de la juventud, con árboles monumentales, mariposas simbólicas y réplicas en Lego

diciembre 1, 2025 | 16:27 ECT

Melania Trump ha vuelto a demostrar su ojo impecable para la elegancia festiva al revelar la decoración navideña de la Casa Blanca, un despliegue de tradición y simbolismo que invita a redescubrir el espíritu americano en cada rincón de la residencia oficial. Por un año más, la primera dama eslovena, de 55 años, seleccionó personalmente cada detalle, infundiendo a las salas un aire de calidez patriótica que celebra la generosidad, el coraje y la resiliencia del país. El tema central, “El hogar está donde está el corazón”, resuena como un recordatorio de que, en tiempos de unidad, la Casa Blanca se convierte en un verdadero refugio para la nación.

La presentación, realizada este lunes en un tour exclusivo para la prensa, marca el inicio oficial de la temporada festiva en la sede del poder ejecutivo. Tras meses de preparación con artesanos y diseñadores locales, Melania guió a los medios por las estancias renovadas, destacando cómo cada elemento rinde homenaje a pilares de la sociedad estadounidense: desde las familias de militares hasta los jóvenes en transición y el legado fundacional del país. “Esta decoración no es solo adornos; es un tributo a lo que nos une como nación”, expresó la primera dama en un breve discurso, enfatizando el rol de la Casa Blanca como “un faro de esperanza y tradición”.

Uno de los espacios más cautivadores es la Sala Verde, transformada en un rincón de diversión familiar con estructuras lúdicas hechas de dominó y naipes, evocando juegos eternos de infancia. El clímax visual son dos retratos presidenciales construidos con más de 6.000 piezas de Lego cada uno: uno de George Washington, el padre fundador, y otro de Donald Trump, simbolizando la continuidad del liderazgo. “Queremos que las familias se sientan en casa, jugando y creando recuerdos”, comentó Melania, quien supervisó la instalación para asegurar que el espacio público se sienta accesible y acogedor.

En el Salón Rojo, la imaginación da paso a la inspiración con una instalación etérea de más de 10.000 mariposas, cada una pintada a mano y suspendida en el aire como un vuelo colectivo hacia el futuro. Este elemento rinde homenaje a la iniciativa “Fomentando el Futuro” de la primera dama, un programa que apoya a jóvenes que han crecido en hogares de acogida, promoviendo su transformación personal y profesional. Las mariposas, en tonos suaves de azul y dorado, llevan inscritas el lema de la campaña, convirtiendo el salón en un manifiesto de empoderamiento y cambio positivo.

La Sala Este, por su parte, vibra con orgullo patriótico al anticipar el 250º aniversario de la Declaración de Independencia en 2026. Decorada en los colores de la bandera –rojo, blanco y azul–, incorpora águilas majestuosas, rosas y hojas de roble como símbolos de libertad y fortaleza. Esta colaboración con America250, la organización nacional encargada de las conmemoraciones, alinea la visión de Melania con la del presidente Trump, quien ha prometido un año de eventos grandiosos culminando en julio de 2026. “Es un llamado a celebrar nuestras raíces mientras miramos hacia adelante”, señaló un portavoz de la Casa Blanca.

El corazón de la decoración late en el Salón Azul, donde se erige el árbol de Navidad oficial: un imponente abeto de más de cinco metros y medio de altura, cosechado en los bosques de Michigan. Dedicado a las familias de la Estrella Dorada –aquellas que han perdido a un ser querido en servicio militar–, el árbol está engalanado con más de 2.800 estrellas doradas relucientes, junto a ornamentos que representan el ave y la flor oficiales de cada estado y territorio de EE.UU. Este tributo resalta la resiliencia de las fuerzas armadas, con detalles como cintas con mensajes de gratitud tejidas entre las ramas, honrando el sacrificio silencioso de miles de familias.

Finalmente, el Comedor de Estado deslumbra con la icónica casa de jengibre de la Casa Blanca, una réplica monumental de 54 kilos de pan de jengibre que recrea fielmente el Pórtico Sur y ofrece una visión detallada del Salón Oval Amarillo en su configuración privada. Coronada por lazos rojos –firma inconfundible de Melania en decoraciones pasadas–, la pieza se complementa con guirnaldas navideñas en las ventanas, fusionando lo artesanal con lo arquitectónico en un dulce homenaje al hogar presidencial.

Las visitas públicas reanudan este martes 2 de diciembre con una ruta adaptada, tras la suspensión desde agosto por obras en el Ala Este para un nuevo salón de baile. La Casa Blanca anticipa decenas de miles de visitantes durante la temporada, ofreciendo un escape festivo en medio de un calendario político intenso. Esta tradición, que Melania ha elevado a arte desde 2017, contrasta con enfoques más eclécticos de predecesoras como Jill Biden, priorizando un minimalismo elegante con toques personales que evitan el exceso.

Mientras las luces de la Casa Blanca parpadean en la noche de Washington, la decoración de Melania Trump no solo adorna; inspira. En un año de transiciones nacionales, este despliegue festivo recuerda que, como dice el lema, el verdadero hogar late en el corazón de la gratitud compartida.

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