La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, no estará presente este miércoles en Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz. El Instituto Nobel de Noruega, que otorga el galardón, anunció que la premiada delegará en su hija, Ana Corina Machado, debido a las complicaciones de su viaje.
Kristian Berg Harpviken, director del Instituto Nobel, confirmó a la radio noruega NRK que “Será su hija Ana Corina Machado quien reciba el premio en nombre de su madre” y que también pronunciará “el discurso que María Corina misma ha escrito”.
Incertidumbre y Clandestinidad
La presencia de Machado en Oslo ha sido un misterio desde que se anunció el premio en octubre, ya que la dirigente opositora ha vivido en la clandestinidad desde agosto de 2024 y no ha aparecido en público en los últimos once meses.
- Dudas y Cancelaciones: Aunque el Instituto Nobel había anunciado el fin de semana que Machado recibiría el galardón en persona, las ruedas de prensa y entrevistas programadas para el martes tuvieron que ser canceladas.
- Paradero Desconocido: Harpviken admitió a la radio NRK que “Simplemente no sé dónde se encuentra exactamente” la premiada.
A pesar de esto, familiares y aliados presentes en Oslo (incluida su exjefa de campaña, Magalli Meda) se habían mostrado optimistas con su llegada y han dejado entrever que, aunque no esté presente para la ceremonia, la líder regresará a Venezuela.
Contexto Político y Precedentes
La ceremonia de entrega, programada para las 13:00 (12:00 GMT) en la Municipalidad de Oslo, contará con la presencia de varios líderes internacionales, incluidos los presidentes de Argentina, Panamá, Ecuador y Paraguay, quienes han viajado para mostrar su apoyo.
Machado fue galardonada por sus esfuerzos en favor de “una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia” en Venezuela.
Otros ganadores ausentes: No es la primera vez que un galardonado con el Premio Nobel de la Paz no puede asistir a la ceremonia. Previamente ocurrió con la iraní Narges Mohammadi (2023), el chino Liu Xiaobo (2010) y la birmana Aung San Suu Kyi (1991).
La entrega del premio coincide con un importante despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, operaciones que Maduro asegura tienen como verdadero objetivo derrocarlo y apoderarse de las reservas petroleras venezolanas.








