Los ministros de exteriores de la Unión Europea (UE) han decidido extender por un año más, hasta enero de 2027, las sanciones impuestas contra el régimen de Nícolas Maduro en Venezuela. Esta prórroga, acordada en Bruselas por el Consejo de la UE, responde a la evaluación de que persisten acciones que continúan socavando la democracia y el Estado de derecho en el país, además de continuas violaciones de los derechos humanos y la represión contra la sociedad civil y la oposición. El organismo tomó en cuenta los acontecimientos posteriores a las elecciones presidenciales de julio de 2024 para endurecer su posición restrictiva. Actualmente, las sanciones afectan a 69 individuos clave del régimen, incluidos miembros del Consejo Nacional Electoral, el Tribunal Supremo de Justicia, las fuerzas armadas y organismos de inteligencia, a quienes se les congelan activos y se les prohíbe viajar por territorio comunitario. Las medidas también mantienen un embargo de armas y equipos que pudieran utilizarse para la represión interna.
El consejo de la UE ha reiterado que el objetivo de estas acciones no es impactar a la población venezolana ni a su economía, sino “apoyar una solución negociada y democrática para la crisis en Venezuela”. El levantamiento de las sanciones, según el comunicado oficial, estará condicionado a que se demuestre un progreso tangible en los derechos humanos y el Estado de derecho, junto con pasos significativos hacia un diálogo genuino y una transición democrática. Esta decisión se suma a otras medidas recientes, como la inclusión de Venezuela en la lista de países de alto riesgo por lavado de dinero y financiación del terrorismo, lo cual subraya la postura de la alta representante de la UE para asuntos exteriores y seguridad, Kaja Kallas, quien ha insistido en que Nícolas Maduro “carece de legitimidad” y que la situación actual en Venezuela es de “completo caos”, defendiendo la necesidad de actuar con firmeza ante la represión.








