La industria del cine en Hollywood se encuentra sumida en el estupor tras confirmarse el asesinato del célebre director Rob Reiner y su esposa, Michele Singer. Los cuerpos de la pareja fueron hallados el pasado domingo 14 de diciembre de 2025 en su mansión de Brentwood, en Los Ángeles, presentando graves heridas de arma blanca en la garganta. La investigación tomó un rumbo trágico cuando las autoridades detuvieron a su hijo menor, Nick Reiner, de 32 años, como principal sospechoso del doble crimen. Nick fue capturado en Exposition Park pocas horas después de que su hermana, Romy Reiner, descubriera la escena y señalara a su hermano como una persona peligrosa. Actualmente, el acusado permanece bajo custodia sin derecho a fianza en la cárcel Men’s Central Jail, enfrentando cargos que podrían derivar en cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
Según los reportes policiales, el fatídico incidente fue precedido por una fuerte discusión familiar durante la celebración de Janucá la noche del sábado 13 de diciembre. Testigos presenciales describieron un enfrentamiento ruidoso y violento entre Rob y su hijo Nick, quien tiene un historial público de problemas de salud mental, incluyendo un diagnóstico de esquizofrenia y periodos de adicción a las drogas. La defensa de Nick ha sido asumida por el reconocido abogado Alan Jackson, mientras que sus hermanos, Jake y Romy, han expresado su devastación a través de un comunicado donde piden privacidad y respeto ante una pérdida que califican de “horrífica”. Este caso no solo marca el fin de la vida de un ícono del cine estadounidense, sino que expone una tragedia familiar que ha dejado consternada a la comunidad internacional por su brutalidad y trasfondo personal.
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