Una auditoría interna en la Refinería de Esmeraldas reveló un perjuicio económico que asciende a los diez millones de dólares debido a irregularidades en la gestión de contratos de mantenimiento. El informe detalla que se realizaron pagos por servicios que nunca fueron ejecutados y se adquirieron repuestos con sobreprecios significativos durante los últimos periodos operativos. Estas anomalías administrativas han afectado directamente las finanzas de la empresa pública encargada de la soberanía energética del país.

Tras el hallazgo, las autoridades competentes han iniciado los procesos legales para determinar las responsabilidades de los funcionarios involucrados en la firma de estos convenios. Se espera que la Contraloría General del Estado profundice en el examen de las cuentas para recuperar los fondos desviados y sancionar a los culpables. Mientras tanto, la gerencia de la refinería anunció una reestructuración de los procesos de compras públicas para evitar que se repitan actos de corrupción que comprometan la operatividad de la planta.








