Las autoridades de Estados Unidos interceptaron un tercer buque en las proximidades de las costas de Venezuela, en el marco de una serie de operativos de vigilancia marítima en el Caribe. Según los informes preliminares, la embarcación fue detectada por unidades de la Guardia Costera bajo sospechas de transportar cargamento no declarado o estar involucrada en actividades de contrabando de recursos. Este nuevo incidente ocurre en un contexto de máxima vigilancia sobre las rutas de navegación que conectan al país caribeño con mercados internacionales, especialmente tras las recientes sanciones y medidas de control aplicadas al sector petrolero y logístico de la región.
El operativo se llevó a cabo sin incidentes violentos, y la tripulación de la nave fue puesta bajo custodia mientras se realiza una revisión exhaustiva de la carga y la documentación de navegación. Fuentes oficiales indicaron que estas acciones buscan frenar el flujo de exportaciones ilícitas que financian estructuras gubernamentales sancionadas. Por su parte, el régimen de Venezuela ha denunciado estas intercepciones como actos de piratería moderna y una violación a la libertad de comercio marítimo. La tensión diplomática entre Washington y Caracas se mantiene elevada ante la persistencia de estos bloqueos en aguas estratégicas.








