La estrategia de “tolerancia cero” de Estados Unidos en la lucha contra el tráfico de estupefacientes alcanzó un nuevo hito este lunes veintidós de diciembre. Con un reciente ataque cinético en el Pacífico Oriental, las fuerzas militares estadounidenses suman treinta embarcaciones destruidas en menos de cuatro meses, en operaciones que combinan tecnología de vigilancia avanzada y poder de fuego directo.
Balance de las operaciones militares
Desde que se inició esta serie de ataques el dos de septiembre, el despliegue bélico en el Caribe y el Pacífico ha dejado los siguientes registros:
- Objetivos destruidos: veintinueve lanchas rápidas y un semisumergible.
- Bajas humanas: Al menos ciento cinco personas han muerto en estos operativos. El ataque más reciente confirmó el fallecimiento de un individuo calificado por el Comando Sur como “narcoterrorista”.
- Tecnología empleada: El secretario de Guerra, Pete Hegseth, ha coordinado el uso de drones y misiles para interceptar naves en rutas internacionales de tráfico.
Tensión política y acusaciones contra Maduro
El presidente Donald Trump ha justificado estas acciones como una medida extrema para frenar la entrada de narcóticos que causaron la muerte de unas trescientas mil personas en su país durante el año dos mil veinticuatro:
- Cártel de los Soles: Trump señala directamente a Nicolás Maduro como líder de esta organización criminal.
- Recompensa millonaria: La justicia estadounidense ha elevado a cincuenta millones de dólares la recompensa por información que permita la captura del mandatario venezolano.
- Respuesta de Caracas: Maduro ha denunciado estos ataques como un pretexto para un “cambio de régimen” y ha calificado la incautación de buques petroleros venezolanos como actos de “piratería moderna”.
Controversia internacional y Derechos Humanos
Pese al éxito operativo reportado por el Comando Sur, la falta de transparencia en los detalles de las incautaciones ha generado cuestionamientos:
- Falta de pruebas: Hasta la fecha, las autoridades estadounidenses no han mostrado evidencia pública de la carga de las lanchas bombardeadas ni han probado el historial delictivo de todos los fallecidos.
- Denuncias de ejecuciones: Gobiernos como los de Colombia y Venezuela, junto a diversas organizaciones civiles, sostienen que estos bombardeos constituyen ejecuciones extrajudiciales, al no permitir que los sospechosos sean sometidos a un debido proceso judicial.
La ofensiva estadounidense no parece detenerse, mientras la región observa con preocupación la escalada de violencia en aguas internacionales y el impacto diplomático de esta estrategia militarizada.








