La guerra en la Tierra podría trasladarse definitivamente al espacio exterior. Según revelaciones difundidas por la cadena NBC, Rusia estaría perfeccionando una tecnología de “microperdigones” capaz de desactivar la constelación de satélites Starlink, cuya infraestructura ha sido el pilar de las comunicaciones militares de Volodímir Zelenski.
🔫 Un arma de destrucción “quirúrgica” pero masiva
A diferencia de los misiles convencionales, este sistema busca la saturación del espacio para inutilizar la tecnología enemiga:
- Efecto en cadena: El uso de microperdigones en órbita puede generar una nube de escombros que desactive varios satélites a la vez, no solo los objetivos militares.
- Daño colateral: Expertos advierten que este tipo de ataque podría desencadenar el “síndrome de Kessler”, una reacción en cadena de colisiones que inutilizaría órbitas enteras para cualquier país o empresa.
- Precedentes: Esta información surge poco después de que Estados Unidos acusara a la administración de Vladimir Putin de investigar armas nucleares espaciales, elevando la tensión en la última frontera.
🇨🇦 La visión de los aliados: “No es inverosímil”
El general de brigada Christopher Horner, comandante de la División Espacial del ejército canadiense, ofreció una perspectiva cautelosa pero firme sobre el hallazgo:
- Factibilidad: Horner señaló que, si bien no tiene confirmación oficial de este sistema específico, el desarrollo de un arma de este tipo es totalmente creíble dado el historial reciente de Rusia.
- Nivel de amenaza: El militar precisó que un sistema de perdigones es “apenas inferior” a un arma nuclear espacial en términos de impacto, pero igualmente dañino para la seguridad global.
- Silencio diplomático: Hasta el momento, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y la Fuerza Espacial de EE. UU. han evitado emitir declaraciones oficiales ante las consultas de agencias internacionales como AP.
🌍 Impacto geopolítico y tecnológico
La red Starlink se ha convertido en un objetivo prioritario para Moscú debido a su eficacia en el campo de batalla ucraniano. Un ataque exitoso contra la infraestructura de Elon Musk representaría:
- Un golpe crítico a la coordinación táctica de las tropas ucranianas.
- Un desafío directo a la propiedad privada de empresas estadounidenses en el espacio.
- Un riesgo sistémico para el GPS, las telecomunicaciones y los sistemas de monitoreo climático de los que depende la economía mundial.
El desarrollo de estas capacidades antisatélite por parte de Rusia marca una nueva etapa en la carrera armamentista espacial, donde el objetivo ya no es solo observar, sino “cegar” al adversario desde la órbita terrestre.








