Bajo el nombre de Clase Trump, estas embarcaciones marcan un giro en la estrategia naval de Washington para este cierre de dos mil veinticinco, apostando por la robustez y el poder de fuego masivo como eje central de su proyección militar.
🚢 Especificaciones de la “Flota Dorada”
Los nuevos acorazados no solo destacan por su tamaño, sino por la integración de tecnologías de combate de última generación:
- Desplazamiento: Tendrán una capacidad de hasta cuarenta mil toneladas, aventajando significativamente a los actuales destructores de la clase Arleigh Burke.
- El pionero: La primera unidad de esta flota ha sido bautizada como USS Defiant (BBG 1).
- Capacidades: Estarán equipados para misiones de defensa aérea, guerra antisuperficie, guerra antisubmarina y ataques estratégicos de largo alcance.
- Centro de Mando: Funcionarán como nodos principales de comando y control, coordinando operaciones complejas en altamar.
📈 Proyecciones de construcción
Aunque el proyecto inicia con pasos firmes, el gobierno estadounidense tiene la mira puesta en una flota a gran escala:
- Etapa inicial: Se ha contemplado la construcción inmediata de al menos dos unidades.
- Ampliación: El objetivo a mediano plazo es alcanzar las diez unidades.
- Meta a largo plazo: El plan de Trump sugiere que la flota podría expandirse hasta llegar a los veinte o veinticinco buques.
- Producción nacional: Se espera que se construyan íntegramente en astilleros estadounidenses, aunque no se descarta la colaboración técnica con aliados extranjeros.
💬 Visiones estratégicas
Para el secretario de Guerra, Pete Hegseth, este anuncio representa un “compromiso generacional” con el poder naval: “La fuerza estadounidense ha regresado al escenario mundial”, afirmó, subrayando que estos buques serán los pilares de la seguridad marítima nacional.
Por su parte, el almirante Daryl Caudle, jefe de Operaciones Navales, justificó la necesidad de estos gigantes señalando que el futuro del combate de superficie requiere naves mucho más grandes y resistentes de lo que se dispone actualmente. Los acorazados de la Clase Trump serían la respuesta directa a ese requerimiento técnico y estratégico.








