La noche del 3 de junio de 2025, pasadas las 22:30, una potente explosión estremeció el sector de la Bahía, en el centro de Guayaquil, específicamente en la intersección de las calles Ayacucho y Eloy Alfaro. El estallido, atribuido a un artefacto explosivo, destruyó al menos cuatro módulos comerciales, dejando escombros y daños significativos en la zona. Agentes de la Policía Nacional y de Segura EP acudieron al lugar para iniciar las investigaciones y evaluar la situación.
Comerciantes de la Bahía habían denunciado previamente amenazas de Grupos de Delincuencia Organizada (GDO), quienes exigen pagos extorsivos, conocidos como “vacunas”, a cambio de no atentar contra sus negocios. Este incidente se suma a una serie de ataques con explosivos en el sector, que han generado temor entre los vendedores y residentes. Según testigos, un individuo colocó el artefacto en uno de los locales, y el momento de la detonación fue captado por cámaras de seguridad, evidenciando la violencia del acto.
La Policía Nacional está recopilando imágenes de cámaras públicas y privadas para identificar a los responsables. Los comerciantes, que han reportado una escalada de extorsiones en los últimos meses, han solicitado mayor presencia policial y medidas de seguridad más efectivas. Este ataque ocurre en un contexto de creciente inseguridad en el centro de Guayaquil, donde otros incidentes similares han afectado locales comerciales en mayo de 2025, incluyendo detonaciones en las calles Ayacucho, Quito, Machala y Manabí.
Las autoridades han señalado que las investigaciones preliminares apuntan a la posible participación de grupos delictivos locales, y se está rastreando números telefónicos nacionales utilizados para enviar amenazas. Los comerciantes, por su parte, expresan frustración ante la falta de controles efectivos, lo que les ha llevado a cerrar sus negocios más temprano y, en algunos casos, a considerar la contratación de seguridad privada.