Un grupo de científicos ha desvelado un sorprendente mundo subterráneo bajo la gruesa capa de hielo de la Antártida, utilizando tecnologías avanzadas como radares de penetración y observaciones satelitales. Este paisaje, oculto durante millones de años, incluye cadenas montañosas, valles profundos y ríos subglaciales que fluyen en direcciones inesperadas, desafiando las leyes de la gravedad debido a la presión del hielo. Los hallazgos, publicados en revistas como Nature Communications, sugieren que este entorno, con un clima más cálido en el pasado, pudo haber sido habitable, e incluso albergar civilizaciones antiguas, según algunos investigadores.
Entre los descubrimientos más destacados se encuentra un sistema de ríos y lagos subglaciales, como el lago Vostok, que podría contener microbios únicos. En el glaciar Totten, los científicos han observado un aumento significativo en el flujo de agua subglacial, lo que podría acelerar el deshielo y elevar el nivel del mar en un 20% a 50% para el año 2100, según proyecciones. Además, el hallazgo de estructuras que podrían ser restos arquitectónicos ha generado especulaciones sobre una posible civilización perdida, aunque los expertos advierten que se necesitan más estudios para confirmar estas hipótesis.
Estos descubrimientos no solo ofrecen una ventana al pasado de la Antártida, sino que también plantean preocupaciones sobre el cambio climático. El deshielo acelerado podría exponer estos ecosistemas y alterar los glaciares costeros, con implicaciones globales. La comunidad científica, liderada por expertos como Christine Dow y Anna-Mireilla Hayden, continúa investigando para comprender cómo estos ríos y lagos subterráneos influirán en el futuro del continente helado y el planeta.