Tres activistas de Greenpeace robaron el 2 de junio de 2025 la estatua de cera del presidente francés Emmanuel Macron del museo Grévin en París, para colocarla frente a la embajada rusa como protesta. Los activistas, dos mujeres y un hombre, se hicieron pasar por turistas y, tras cambiarse de ropa para parecer empleados, escaparon por una salida de emergencia con la figura, valorada en 40,000 euros.
La estatua fue instalada junto a una pancarta que decía “Ucrania se quema, el negocio continúa”, denunciando el comercio de gas y fertilizantes entre Francia y Rusia. Jean-Francois Julliard, director de Greenpeace Francia, acusó a Macron de mantener un doble discurso al apoyar a Ucrania mientras permite negocios con Moscú.
La acción, que incluyó banderas rusas y señales de advertencia simuladas, busca presionar al gobierno francés para cortar lazos comerciales con Rusia en medio del conflicto ucraniano. La Policía investiga el robo, mientras el museo Grévin evalúa los daños a la figura, elaborada en 2018 por Claus Velte.
