Una explosión seguida de un incendio y una segunda detonación en una fábrica de la ciudad de Kopéisk, en el sur de los Urales rusos, dejó al menos doce personas muertas y diez desaparecidas. El gobernador de la región de Cheliábinsk, Alexéi Teksler, confirmó el aumento de víctimas mortales y el estado de gravedad de cinco heridos hospitalizados, mientras continúan los trabajos de búsqueda entre los escombros.
Vecinos de la zona indicaron que las explosiones se produjeron cerca de la fábrica Plastmass, dedicada a la producción de explosivos y munición. El gobernador se limitó a informar que el suceso ocurrió en una de las fábricas de Kopéisk, situada a más de 1.700 kilómetros de la frontera más próxima con Ucrania.
Teksler descartó que la explosión se debiera al impacto de un dron. El Comité de Instrucción ruso ha iniciado una causa penal por “violación de las normas de seguridad en industrias peligrosas, con resultado de muerte de dos o más personas”.