Un nuevo atentado sacudió la Bahía, principal zona comercial de Guayaquil, la madrugada del 7 de agosto. Sujetos rociaron material inflamable en las calles Manabí y Chile, causando un incendio que dañó al menos dos cubículos de venta. Bomberos controlaron el siniestro, sin reportes de heridos.
El alcalde Aquiles Alvarez expresó su preocupación por este acto terrorista, el último de una serie de atentados atribuidos a extorsionadores que exigen dinero a comerciantes. En X, Alvarez demandó “planificación, inteligencia y control territorial” para frenar la violencia, instando al Gobierno Nacional a asumir su rol con firmeza.
Aunque la seguridad es competencia estatal, según el gobernador, Alvarez reiteró la disposición del Municipio para colaborar con la Policía y el gobernador Humberto Plaza. Sin embargo, enfatizó que no basta con reaccionar tras cada ataque.
La ola de extorsiones y atentados en la Bahía mantiene en alerta a los comerciantes, mientras el Municipio presiona por una estrategia nacional efectiva para restaurar la seguridad en la ciudad.