El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, reaccionó al reciente cierre del sector del Mercado Central debido a la sospecha de un artefacto explosivo, un evento que calificó como un “estado de psicosis colectiva”. La alerta se generó alrededor de las 07:30 de este lunes por una maleta abandonada que movilizó a unidades antiexplosivos del GIR y paralizó la zona, pero que finalmente solo contenía ropa.
Alvarez lamentó que una funda con ropa abandonada tenga la capacidad de paralizar una zona entera y movilizar recursos de emergencia. No obstante, reconoció que “nadie puede descartar lo peor”, ya que la ciudad ha enfrentado explosivos reales en sus calles, como el reciente atentado con coche bomba en la Av. Joaquín Orrantia, que dejó un fallecido y varios heridos.
El alcalde concluyó en X que la línea entre la precaución y el miedo es mínima y que “una funda olvidada gatilla la misma alerta que una bomba. Así de deteriorado está el clima de seguridad”, reflejando el impacto de la reciente ola de violencia en la percepción ciudadana.
