Alejandro Fernández, el “Potrillo” de la música mexicana, abrió su corazón al relatar una crisis de salud que lo tuvo al borde del colapso: una infección por salmonella que lo dejó imposibilitado de caminar durante días. En una emotiva entrevista televisiva, el cantante detalló cómo una aparente alergia ocular desencadenó un caos interno que paralizó su gira y generó alarma entre sus millones de fans.
Todo inició con una molestia en los ojos que, según contó Fernández, parecía una simple alergia. Para tratarla, recibió un medicamento potente, pero este actuó como catalizador de una bacteria latente en su organismo: la salmonella. “El medicamento es muy fuerte para el estómago. Traía encapsulada la bacteria de salmonellosis, no me di cuenta y a la hora que se expandió me hizo pedazos el estómago”, explicó el artista, visiblemente conmovido al revivir el episodio.
Los síntomas fueron implacables. Fernández describió un cuadro de debilidad extrema que lo dejó sin poder ingerir alimentos ni líquidos, y mucho menos moverse. “No podía caminar, no podía comer, no podía tomar ni agua”, confesó, recordando cómo el dolor y la fatiga lo confinaron a la cama. Esta situación lo forzó a cancelar varias fechas de su gira internacional, una decisión que, aunque dolorosa, fue recomendada por sus médicos para evitar complicaciones mayores. El reposo absoluto se convirtió en su única opción, destacando el precio que pagan los artistas por una vida de giras agotadoras, ensayos interminables y viajes constantes.
La noticia corrió como pólvora en redes sociales, donde fans de todo el mundo inundaron las cuentas del cantante con mensajes de apoyo y oraciones. Amigos cercanos, como la conductora Lili Estefan, también se sumaron a la preocupación. “Yo me preocupé la semana pasada, lo llamé y todo, pero ya está recuperado”, compartió Estefan en un programa, aliviando el temor de quienes seguían de cerca su evolución.
Afortunadamente, Fernández ha dejado atrás lo peor. Su regreso a los escenarios se dio en Las Vegas, en una presentación cargada de simbolismo y emoción. No solo marcó su recuperación, sino que lo hizo junto a su hija Camila Fernández, quien lo acompañó en el escenario, y con la presencia de su madre en el público, quien lo vio triunfar de nuevo. El público lo ovacionó de pie, y el cantante, con lágrimas en los ojos, expresó su gratitud: “La música es mi refugio y mi motivación, y volver aquí con mi familia me hace más fuerte que nunca”.
Este incidente pone en el foco la vulnerabilidad humana detrás de las estrellas. Alejandro Fernández, con más de tres décadas de carrera y éxitos como “Como Quien Pierde una Estrella” o “Mátalas”, reafirma su resiliencia. Ahora, con la salud como prioridad, promete un retorno gradual a los escenarios, recordándonos que incluso los ídolos necesitan pausas para recargar. Sus seguidores, aliviados, ya esperan ansiosos su próximo capítulo.
