La rutina diaria de millones de personas incluye ahora la constante interrupción de llamadas provenientes de números desconocidos. Expertos en tecnología y seguridad han emitido una advertencia urgente sobre una modalidad de fraude sutil, pero peligrosa, conocida como estafa Wangiri o “llamada perdida”. Esta táctica, que ha proliferado con el spam telefónico, se aprovecha de la curiosidad y la preocupación de los usuarios, logrando que estos devuelvan la llamada a números que, a menudo, tienen prefijos internacionales. La intención de los criminales es sencilla: persuadir al usuario para que regrese la comunicación a un número que genera cargos extras, beneficiando económicamente a los estafadores.
El modus operandi del fraude Wangiri consiste en que el teléfono de la víctima emite solo uno o dos tonos antes de colgar. Este breve lapso de tiempo hace creer al usuario que la llamada es importante o urgente, lo que le motiva a devolverla. Una vez que el usuario regresa la llamada, un sistema automático se activa y comienza a cobrar por minuto de conexión, un costo que el estafador adquiere mediante el tráfico de números premium. El éxito de este método radica en que se considera un fraude de “bajo riesgo” para los criminales, quienes pueden adquirir ilegalmente listas de números a gran escala. Ante la creciente amenaza, los expertos en ciberseguridad han sido categóricos: es fundamental ignorar y no devolver las llamadas de números desconocidos que suenan una sola vez, a menos que se pueda verificar la identidad del remitente, para proteger la información y evitar cargos económicos inesperados.
