El Gobierno ha alertado sobre la “grave situación ambiental” que atraviesa el río Daule, la principal fuente de captación de agua para Guayaquil, una problemática que data desde 2016. Monitoreos recientes de la cartera de Estado detectaron la presencia de sólidos suspendidos y aluminio hasta 25 veces por encima del límite máximo permisible a la altura de la planta potabilizadora La Toma. Adicionalmente, se hallaron metales pesados y coliformes fecales fuera de norma en los puntos de descarga de aguas residuales.
El viceministro del Agua, Freddy Muñoz, enfatizó que la contaminación se debe a descargas de aguas residuales no tratadas que afectan el río y complican el proceso de potabilización, lo que demanda un mayor esfuerzo, más insumos químicos y, en última instancia, genera costos que asume la población. El viceministro aclaró que no se ha dicho que el agua potable distribuida en Guayaquil incumpla la normativa, sino que lo que está incumpliendo es el manejo de las descargas al río.
Ante los hallazgos, el Gobierno anunció nuevos procesos sancionadores por reincidencia, que serían el tercer proceso para la entidad responsable, y se analiza si la figura será un proceso administrativo o un delito. El Ministerio del Agua instó al Municipio de Guayaquil a realizar “ajustes operativos” a corto plazo, como la revisión de acumulación de lodos en lagunas de oxidación y la implementación de tecnologías emergentes para depurar las aguas residuales.








