El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió en la Casa Blanca a su homólogo filipino, Ferdinand Marcos Jr., en una cumbre crucial que busca cimentar una alianza estratégica frente al avance de China en la región del Pacífico. La reunión, que marca el primer encuentro de Marcos Jr. con Trump durante su segundo mandato, se centró en fortalecer los lazos económicos y de seguridad entre Washington y Manila.
En el ámbito económico, ambos líderes exploraron la negociación de un acuerdo comercial bilateral, con Filipinas ofreciendo arancel cero para algunos productos estadounidenses, con miras a evitar un arancel del 20% amenazado por Trump. En materia de seguridad, reafirmaron su compromiso con el tratado de defensa mutua, pilar de la relación. El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, destacó el compromiso de Washington con la “paz a través de la fuerza” en el Indo-Pacífico, subrayando que el pacto de defensa abarca ataques armados contra fuerzas militares, aeronaves o embarcaciones públicas de EE. UU. en cualquier parte del Pacífico, incluido el Mar de China Meridional.
Marcos Jr. agradeció el apoyo estadounidense ante las amenazas que enfrenta Filipinas, especialmente en el contexto de las disputas territoriales en el Mar de China Meridional, donde la guardia costera china ha empleado cañones de agua contra barcos filipinos. Esta visita subraya los esfuerzos de Washington por contrarrestar la creciente influencia de Beijing, considerándola su principal competidor, y su reorientación militar y económica hacia Asia-Pacífico. A pesar de estas tensiones, Estados Unidos también busca mantener canales de comunicación abiertos con China para gestionar las diferencias y explorar posibles áreas de cooperación.
