La expectación por la final de la UEFA Europa League 2024/25 entre el Tottenham Hotspur y el Manchester United, programada para este miércoles 21 de mayo en el estadio San Mamés de Bilbao, se ha visto empañada por violentos enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos en las horas previas al encuentro. Según informes, decenas de aficionados británicos, desplazados al País Vasco y Cantabria para el evento, protagonizaron disturbios en San Sebastián y Santander, generando destrozos y tensión en las calles.
En San Sebastián, en la Parte Vieja, se registraron peleas entre seguidores de ambos clubes, con agresiones, lanzamiento de objetos y daños al mobiliario urbano, como mesas, sillas y contenedores de basura. La Ertzaintza, policía autonómica vasca, se desplegó en la zona para contener los altercados, aunque no se han reportado detenciones hasta el momento. En Santander, un incidente en la cafetería Siboney de la calle Castelar dejó en evidencia la hostilidad entre los aficionados. Según imágenes de cámaras de seguridad, un grupo de hinchas del Manchester United increpó a dos seguidores del Tottenham, desatando una pelea que incluyó golpes y el vuelco de sillas y mesas. Posteriormente, el mismo grupo provocó disturbios en otro bar cercano.
Bilbao, que espera recibir a unos 55.000 hinchas británicos según estimaciones municipales, había preparado un operativo de seguridad para garantizar la convivencia pacífica entre las aficiones, consideradas normalmente no conflictivas. Sin embargo, estos incidentes han llevado a reforzar la vigilancia en la ciudad y sus alrededores, especialmente en las zonas de concentración de aficionados como las fanzones habilitadas en Ametzola, Parque Etxebarria y El Arenal.
El encuentro, que se enfrenta a dos equipos ingleses con temporadas discretas en la Premier League (16.º y 17.º en la tabla), no solo decidirá al campeón de la Europa League, sino que otorgará al vencedor una plaza en la próxima Champions League, lo que eleva la importancia del choque. A pesar de la rivalidad deportiva, las autoridades locales confiaban en un ambiente festivo, pero los altercados han generado preocupación entre los organizadores y los residentes.
La UEFA y las fuerzas de seguridad locales han instalado a los aficionados a mantener la calma y disfrutar del evento de manera responsable. Mientras tanto, los ojos del mundo futbolístico están puestos en San Mamés, donde se espera que el espectáculo deportivo recupere el protagonismo frente a los lamentables incidentes anteriores.
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