Un documental del Canal 4 de la televisión británica, titulado ADN de Hitler. Proyecto de un dictador, reveló que un análisis genético sugiere que el dictador alemán Adolf Hitler padecía el Síndrome de Kallmann, un trastorno genético que dificulta el desarrollo normal de los órganos sexuales y la pubertad.
La investigación fue liderada por la renombrada genetista Turi King, quien analizó el ADN secuenciado a partir de un trozo de tela ensangrentada del sofá donde Hitler se quitó la vida en mayo de 1945.
El hallazgo del síndrome de Kallmann coincide con registros médicos de la prisión de Landsberg (donde Hitler estuvo en 1923) descubiertos en 2010, que ya indicaban que el líder nazi presentaba criptorquidia derecha (descenso incompleto de uno de los testículos). Los expertos señalan que el Síndrome de Kallmann a menudo se asocia con niveles bajos o fluctuantes de testosterona, y hasta un 10 por ciento de los afectados presentan micropene.
King afirmó que, si Hitler hubiera conocido sus propios resultados genéticos, “casi con toda seguridad se habría condenado a sí mismo a las cámaras de gas”. La genetista también confirmó que el análisis genético determinó que Hitler no tenía ascendencia judía, como se había conjeturado previamente.








