Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil y militante del movimiento RETO aliado al correísmo, fue uno de los primeros en reconocer la reelección de Daniel Noboa en la segunda vuelta del 13 de abril de 2025, con el 55,92% de los votos frente al 44,08% de Luisa González. En su enlace radial, Alvarez enfatizó la importancia de respetar la voluntad popular, criticando a quienes, como Rafael Correa y González, denunciaron fraude sin evidencias. “¿Qué esperaban? ¿Que llamemos a la gente a gritar fraude sin tener pruebas?”, dijo, instando a evitar actitudes de “mal perdedor” y a trabajar por la estabilidad de Ecuador tras un año de polarización electoral.
Alvarez, pese a sus públicas diferencias con Noboa, expresó su deseo de que al presidente le vaya bien por el bien del país. Propuso un “borrón y cuenta nueva”, mostrando disposición a retirar una denuncia contra los funcionarios gubernamentales José de la Gasca y Julio José Neira, como gesto de reconciliación. Comparó las elecciones con un “clásico del Astillero”, donde se compite intensamente, pero luego se debe avanzar. También destacó la necesidad de estabilizar el país, sugiriendo que el Municipio de Guayaquil está abierto a colaborar con el gobierno para abordar problemas urgentes, como la inseguridad y las deudas pendientes.
El contexto electoral reveló tensiones dentro del correísmo, ya que Alvarez se desmarcó de la postura de González, quien exigió un recuento voto por voto, y de Correa, quien desde Bélgica calificó los resultados de “imposibles”. La rápida aceptación de Alvarez, respaldada por su mensaje en redes sociales, generó debate entre los seguidores de Revolución Ciudadana, algunos de los cuales lo acusaron de debilitar la denuncia de irregularidades. Sin embargo, el alcalde insistió en que la honestidad implica aceptar la derrota y trabajar por el país, marcando un contraste con la narrativa de confrontación de otros líderes de su movimiento.
