La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) ha clausurado de forma contundente un chifa en Guayaquil tras descubrir graves violaciones a las normas de salubridad. La inspección reveló condiciones espeluznantes dentro del establecimiento, incluyendo el hallazgo de cráneos de animales, una anguila y una preocupante infestación de cucarachas, evidenciando un flagrante desprecio por la higiene alimentaria.
Este impactante descubrimiento ha generado una inmediata alarma entre los consumidores y ha puesto de manifiesto la urgencia de una mayor vigilancia en el sector gastronómico. Ana Karina Ramírez, ex-directora de Arcsa y abogada experta en temas sanitarios, ha ofrecido orientación legal a los clientes afectados. Ramírez sugiere que los consumidores podrían presentar una denuncia ante la Defensoría del Pueblo por “engaño al consumidor”, buscando resarcimiento por la potencial afectación a su salud.
Además, las implicaciones legales para el establecimiento podrían ser severas. Dependiendo de los hallazgos detallados de la investigación, el caso podría escalar a la aplicación de diversos artículos del Código Orgánico Integral Penal (Coip). Estos incluyen disposiciones relacionadas con la producción o venta de bienes adulterados, crímenes contra la salud pública e incluso lesiones, cada uno con sus respectivas penas. La Arcsa se mantiene firme en su compromiso de proteger la salud pública y asegurar que los establecimientos cumplan con los más altos estándares de higiene y seguridad.
