En Manta, Manabí, un hombre dedicado al transporte escolar fue asesinado a tiros la noche del 28 de mayo de 2025 en el barrio Jocay, parroquia Tarqui. La víctima, identificada como Segundo Daniel Delgado, de 50 años, fue atacada por sicarios que dispararon desde una motocicleta, dejándolo sin vida en el interior de su vehículo. Este crimen eleva a 208 las muertes violentas en el distrito Manta, que incluye Montecristi y Jaramijó, según datos policiales.
El ataque ocurrió alrededor de las 20:30, cuando Delgado circulaba en su camioneta de transporte escolar. Según testigos, dos sujetos en moto lo interceptaron y dispararon al menos diez veces, dejando casquillos esparcidos en la vía. La Policía Nacional acudió al lugar, acordonó la zona y recolectó indicios balísticos, mientras el cuerpo fue trasladado al centro forense para la autopsia. Las autoridades investigan si el móvil está relacionado con extorsión o disputas entre bandas.
La parroquia Tarqui, donde ocurrió el hecho, es una de las zonas más conflictivas de Manta, con alta actividad de grupos delictivos como Los Choneros y Los Lobos. En 2025, la violencia en el distrito ha dejado cinco niños y siete adolescentes asesinados, reflejando la gravedad de la inseguridad. Los residentes denuncian temor constante y exigen mayor presencia policial para frenar los ataques al estilo sicariato.
El Bloque de Seguridad, compuesto por Policía y Fuerzas Armadas, ha intensificado operativos en Manabí tras la declaración de estado de excepción en la provincia. Sin embargo, los crímenes persisten, con casos recientes como el asesinato del presidente de los agentes de tránsito de Manta, Ulises Bravo, el 9 de mayo. Las autoridades sospechan que el crimen de Delgado podría vincularse a las extorsiones que afectan a transportistas en la región.
Este nuevo homicidio subraya la crisis de seguridad en Manta, donde la lucha por el control territorial entre bandas agrava la violencia. La comunidad urge medidas urgentes, como programas de prevención y refuerzo de patrullajes, para proteger a la población y evitar que el transporte escolar, vital para las familias, se convierta en blanco de la delincuencia.