Gisèle Pelicot, cuyo caso de violación en grupo y agresión sexual conmocionó a Francia, se dirigió por primera vez y de forma contundente al único de sus 51 agresores condenados que ha decidido recurrir la sentencia. Ante el Tribunal de Apelación de Nimes, Pelicot increpó a Husamettin D., de 44 años, mirándolo a los ojos y exigiendo: “¿Cuándo lo reconocerá? ¡Asuma sus actos!“. La víctima, vestida de pie con sobriedad y manteniendo un discurso claro y emotivo, rechazó la negación del acusado, quien ya había sido condenado a nueve años de prisión y ahora se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel.
La declaración de Pelicot fue un acto de fuerza y dignidad, confrontando la versión del agresor, quien asegura ser también una víctima del exmarido de Gisèle y el cerebro del plan, Dominique Pelicot. “Me violó, no es una escena de sexo. Estas escenas son horribles, siempre viviré con estas imágenes en mi cabeza. Cuando uno es violador, lo es. Y para toda la vida”, declaró ante la corte. Su testimonio se basa en las pruebas irrefutables, incluyendo 14 vídeos grabados por su exmarido que muestran a ambos hombres abusando de ella mientras estaba completamente inerte por la sumisión química.
Visiblemente afectada por la extenuación de un proceso que se ha prolongado por cinco años, Gisèle Pelicot mantuvo su postura de no arrepentirse jamás de haber denunciado, y aprovechó su intervención para enviar un mensaje de empoderamiento. “A las víctimas les digo que nunca deben tener vergüenza de denunciar lo que les han hecho sufrir por la fuerza”, afirmó. Además, se mostró molesta por las preguntas del abogado defensor que cuestionaban sus hábitos personales, reprochando que “las víctimas se tienen que justificar todo el rato” de forma innecesaria.
