La explosión de un vehículo, identificado como un coche bomba, ocurrida la tarde de este martes 14 de octubre en el norte de Guayaquil, demuestra una escalada de violencia al ser la primera vez en el año que un ataque de esta naturaleza se registra en un sitio comercial y turístico con alto tráfico vehicular y peatonal. La detonación se dio en la avenida Joaquín Orrantia, una zona emblemática donde se ubican el Mall del Sol, hoteles y modernas oficinas, y dejó un saldo de un muerto y cuatro heridos.
El ministro del Interior, John Reimberg, confirmó que había dos vehículos en el área: uno que detonó y un segundo que contenía explosivos y fue neutralizado de inmediato por el equipo antiexplosivos de la Policía Nacional. Reimberg subrayó que no se trataba de un artefacto artesanal, sino de elementos de “fabricación profesional”, presuntamente elaborados por grupos delincuenciales para causar caos. El gobernador del Guayas, Humberto Plaza, calificó el suceso como un acto de “terrorismo puro y duro” y prometió que se dará “cacería” a los responsables.
La víctima fatal fue identificada como Wellington Benítez, un taxista que brindaba servicio en los exteriores del centro comercial. Un amigo de la víctima relató que Benítez, junto a otros compañeros, se acercó para intentar ayudar ante el incendio del vehículo. “A los cinco minutos eso explotó y todas las partes del vehículo salieron volando… y a mi amigo le cayó un pedazo grande de metal”, lamentó el testigo, quien también resultó herido.
