En la Corte Provincial de Pichincha, la audiencia contra el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, por una denuncia de injuria presentada por Néstor Marroquín, líder de la revocatoria contra el burgomaestre, culminó el 26 de agosto con un desestimiento y acuerdos mutuos. El juez Miguel Narváez propuso una conciliación, pero Muñoz rechazó ofrecer disculpas públicas, negando haber incurrido en injuria. Las partes acordaron mantener respeto mutuo, evitar referencias al denunciante en actos públicos y permitir compartir información con medios.
La denuncia, presentada el 28 de mayo, acusaba a Muñoz de expresiones en descrédito contra Marroquín en un programa radial, consideradas contravención de cuarta clase, sancionable con 15 a 30 días de prisión. Un peritaje de audio y video sustentó la audiencia, que se resolvió en una hora con actas firmadas. Muñoz, acompañado de la vicealcaldesa y un fuerte dispositivo policial, aseguró en rueda de prensa no iniciar acciones judiciales.
La audiencia, inicialmente pactada para el 23 de agosto, fue reprogramada por operatividad judicial. El proceso expedito permitió practicar pruebas y emitir una resolución sin privación de libertad, cerrando el caso con compromisos de respeto mutuo entre las partes.