Un devastador accidente aéreo sacudió el jueves 12 de junio de 2025 la ciudad de Ahmedabad, en el estado indio de Gujarat, cuando el vuelo AI171 de Air India, un Boeing 787-8 Dreamliner con destino a Londres, se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto Sardar Vallabhbhai Patel. El siniestro dejó al menos 265 víctimas fatales, incluyendo 241 de los 242 pasajeros y tripulantes a bordo y al menos 24 personas en tierra, según el subcomisario de policía Kanan Desai. Este viernes, los investigadores recuperaron una de las cajas negras del avión, un paso crucial para determinar las causas del desastre.
El avión, que transportaba 169 ciudadanos indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense, colisionó contra un albergue de personal médico del BJ Medical College y un comedor donde estudiantes almorzaban, dejando la cola del aparato incrustada en el segundo piso del edificio. Vishwash Kumar Ramesh, un británico de origen indio de 40 años sentado en el asiento 11A junto a una salida de emergencia, fue el único sobreviviente a bordo. Desde su cama en el hospital, Ramesh narró a DD News su experiencia: “Un minuto después del despegue, sentí como si algo se atascara. Las luces verdes y blancas del avión parpadearon, y luego todo ocurrió tan rápido. Vi a la tripulación y pasajeros morir frente a mis ojos”. Logró escapar saltando por la salida de emergencia, con quemaduras en la mano izquierda y heridas menores.
El impacto devastó el área de Meghani Nagar, una zona residencial densamente poblada cerca del aeropuerto. Testigos relataron escenas de horror: el morro del avión se estrelló contra una cafetería, matando a estudiantes, mientras el fuego consumía el lugar. Krishna, un médico local, rescató a unos 15 estudiantes, pero vio “entre 15 y 20 cuerpos quemados”. Bharat Solanki, empleado de una gasolinera cercana, ayudó a recuperar 25 cuerpos antes de que la policía acordonara el área. La magnitud del incendio, alimentado por los 100,000 litros de combustible del avión, dificultó los esfuerzos de rescate, según el ministro del Interior, Amit Shah.
El primer ministro Narendra Modi visitó el viernes el lugar del accidente y se reunió con Ramesh en el hospital, describiendo la tragedia como “desgarradora más allá de las palabras”. Shah confirmó que la cifra oficial de fallecidos se anunciará tras completar pruebas de ADN, necesarias para identificar los cuerpos, muchos irreconocibles por las quemaduras. Familiares de las víctimas, como Ashfaque Nanabawa, cuyo primo Akeel, su esposa y su hija de tres años murieron, se congregaron en un centro de emergencias para proporcionar muestras de ADN. “Hablé con él antes del despegue, dijo que todo estaba bien. Fue su última llamada”, relató Nanabawa con dolor.
La recuperación de una caja negra, reportada por un oficial de policía a AFP, marca el inicio de una investigación liderada por la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de India, con apoyo de equipos de Estados Unidos y Reino Unido. Expertos consultados por la BBC sugieren posibles causas como un fallo en los flaps, una colisión con aves o un problema en los motores, pero advierten que es pronto para conclusiones. El avión, operado por Air India bajo el conglomerado Tata Group, era el primero de su modelo en sufrir un accidente fatal desde su introducción en 2011.
Tata Group anunció una compensación de 10 millones de rupias (117,000 dólares) para las familias de las víctimas y cubrirá los gastos médicos de los heridos, además de apoyar la reconstrucción del albergue médico afectado. Entre los fallecidos se encontraba Vijay Rupani, ex jefe de gobierno de Gujarat, y el capitán Sumeet Sabharwal, un piloto con más de 8,200 horas de experiencia. La tragedia ha reavivado el debate sobre la seguridad en los aeropuertos indios, especialmente en Ahmedabad, conocido por incidentes de colisiones con aves.
Mientras Ahmedabad llora a sus víctimas, el mundo observa con consternación. Líderes como el rey Carlos III, el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente estadounidense Donald Trump expresaron condolencias. La investigación, que podría tomar meses o años, será clave para esclarecer una de las peores catástrofes aéreas en la historia reciente de India.