Bad Bunny hizo historia en la música latina al romper récords globales con el cierre de su residencia “No Me Quiero Ir de Aquí: Una Más”. La transmisión en vivo de su 31ª y última función en el Coliseo José Miguel Agrelot, este sábado, se convirtió en la actuación en solitario más vista de la historia de Amazon Music, según anunció la plataforma este domingo. El evento no solo destronó marcas previas, incluyendo el concierto “The POP OUT” del rapero Kendrick Lamar, sino que también impulsó una iniciativa para el desarrollo económico y educativo de Puerto Rico.
La cuenta oficial de @BenitoSpotify en X confirmó durante la noche del sábado que la presentación acumuló la mayor cantidad de visualizaciones en directo, superando todos los hitos anteriores de la plataforma. Transmitida en exclusiva por Amazon Music, Prime Video y Twitch, la función transformó el coliseo en una auténtica “fiesta de pueblo”, con colaboraciones sorpresa y un ambiente que fusionó tradición y modernidad. El lleno total atrajo a miles en el recinto y millones en línea, convirtiéndolo en un hito para el streaming y la industria musical.

“Esta transmisión, que ha batido todos los récords, aporta una importancia mundial a un acontecimiento ya de por sí trascendental, que va más allá del entretenimiento”, resaltó Amazon Music en un comunicado. La empresa subrayó el impacto cultural y social: representa el lanzamiento de una alianza integral con Bad Bunny para apoyar el crecimiento económico y la educación en Puerto Rico, incluyendo donaciones y programas comunitarios.
El espectáculo incluyó invitados de lujo que elevaron la celebración de la identidad boricua. Marc Anthony se unió al escenario para interpretar “Preciosa”, el himno puertorriqueño de Rafael Hernández, en un momento emotivo que resonó con el público. Otros artistas como Arcángel, De La Ghetto, Jowell y Randy, Rainao, Los Pleneros de la Cresta y el cuarteto de Chuwi también subieron al escenario, aportando ritmos de reggaetón, plena y salsa.

Un detalle innovador fue “La casita”, una estructura inspirada en las residencias típicas de las montañas puertorriqueñas, erigida en el centro del arena. Desde allí, Bad Bunny cantó con sus invitados, mientras figuras del cine, la música y el deporte se sumaban a la fiesta. Entre los presentes destacaron el cantautor Tommy Torres, el exolímpico Javier “El Machete” Culson –medallista de bronce en 400 metros vallas en Londres 2012–, y estrellas internacionales como LeBron James, Kylian Mbappé, Achraf Hakimi, Penélope Cruz, Javier Bardem, Benicio del Toro, Paco León, Lin-Manuel Miranda, el boxeador Tito Trinidad y el exbaloncestista Piculín Ortiz.
La residencia, que se extendió por tres meses, no solo consolidó a Bad Bunny como el artista puertorriqueño más influyente del momento, sino que también se transmitió en plazas, cines y locales de la isla, democratizando el acceso a un evento que celebra las raíces culturales. Con más de 280 millones de streams globales en su carrera, este logro refuerza su estatus como ícono del reggaetón y la música urbana latina.

Fans y críticos ya lo llaman “el concierto del año”, y Amazon Music lo califica como un “momento histórico” que une entretenimiento y filantropía. Bad Bunny, quien ha roto barreras desde su debut, cierra así un capítulo épico en su isla natal, dejando un legado que trasciende las notas musicales.