La economía de Puerto Rico ha recibido un impulso millonario cortesía del rapero Bad Bunny. Su serie de 30 conciertos, que se extiende por tres meses en San Juan, ha provocado un aumento significativo de la actividad económica en una época del año en la que el turismo suele tener una baja. Según un informe de Moody’s Analytics, la residencia del artista, que finaliza el 14 de septiembre, atraerá a unos 600.000 asistentes y tendrá un impacto económico directo de 250 millones de dólares, una cifra que podría ascender a 400 millones al incluir gastos no relacionados con los conciertos.
La hazaña de Bad Bunny ha sido comparada con la de otros grandes artistas, como Taylor Swift y Beyoncé, quienes también han generado millones de dólares en sus giras mundiales. El impacto de sus conciertos en Puerto Rico se produce en una temporada en la que el turismo suele descender entre un 25 y un 45%, lo que demuestra el poder de convocatoria del artista. El éxito de sus conciertos no solo ha impulsado la economía de la isla, sino que también ha puesto de manifiesto la importancia de los artistas en el desarrollo del turismo y la cultura.
