El superintendente de Bancos, Roberto Romero Von Buchwald, reveló que el Banco Pichincha enfrentó esta semana un inusual retiro de fondos que superó los 160 millones de dólares en un solo día, producto del pánico financiero generado por desinformación en redes sociales. En un día normal, la entidad desembolsa alrededor de 58 millones de dólares, lo que refleja la magnitud de la alarma colectiva.
“Cuando los trolls generaron pánico, el Banco Pichincha pagó más de $160 millones. Un día normal paga $58 millones”, afirmó Romero durante una entrevista con Ecuador TV. A pesar de la presión, el banco logró responder con solvencia y liquidez, sin comprometer su estabilidad ni afectar los servicios a sus clientes.
Este episodio motivó a la Superintendencia de Bancos a presentar una denuncia por pánico financiero en la Fiscalía General del Estado, con el objetivo de que se investigue la difusión maliciosa de rumores sobre la supuesta crisis del banco. Romero explicó que los mensajes difundidos buscaban deliberadamente socavar la confianza del público en el sistema financiero, en un contexto sensible para la economía del país.
Durante los últimos días, en redes sociales circularon afirmaciones infundadas que aseguraban que Banco Pichincha iba a ser intervenido, lo que provocó largas filas en agencias y retiros masivos de efectivo, similares a los que se vivieron durante las crisis bancarias de décadas pasadas.
Desde la institución bancaria se reiteró que los fondos de los clientes están seguros, y que cuentan con el respaldo suficiente para atender cualquier requerimiento. Sin embargo, las autoridades advierten que estos episodios no pueden ser tomados a la ligera, y que la desinformación financiera puede tener consecuencias legales graves.
Este caso ha vuelto a poner sobre la mesa la discusión sobre la responsabilidad en el uso de redes sociales y canales de mensajería, especialmente cuando su impacto va más allá de la opinión y afecta directamente la economía de miles de familias.