Barcelona Sporting Club vive una semana decisiva. Este fin de semana visita a Delfín en Manta con la presión de conseguir su primer triunfo bajo la dirección técnica de Ismael Rescalvo, quien aún no ha logrado ganar desde su llegada al banquillo torero. El reto no es menor: el equipo necesita sumar de a tres para mantenerse en la pelea por la etapa y acortar distancias con el líder, Independiente del Valle.
Desde que asumió el cargo, Rescalvo ha dirigido tres compromisos oficiales: empató 3-3 ante Libertad, luego igualó 1-1 frente a Independiente del Valle, y repitió el mismo marcador en casa contra Técnico Universitario. Si bien el equipo no ha perdido, los resultados no han sido los esperados y las dudas comienzan a crecer tanto en el entorno del club como en la hinchada.
El panorama en la tabla agrega tensión al momento. Barcelona SC suma 35 puntos, pero está a cinco unidades de Independiente del Valle, que lidera con 40. Cualquier tropiezo podría dejar al Ídolo sin margen de error en las fechas restantes, mientras que un triunfo mantendría viva la ilusión de alcanzar la cima.
El cuerpo técnico sabe que el duelo ante Delfín no solo representa una oportunidad deportiva, sino también una prueba de carácter. Barcelona necesita recuperar su peso ofensivo y consolidarse en defensa, puntos críticos que han sido señalados tras cada empate. Para Rescalvo, el desafío es doble: ganar confianza y convencer con resultados.
Un nuevo empate o derrota agravaría la presión y pondría en duda la continuidad del proceso, mientras que una victoria permitiría hablar de crecimiento, aunque sea lento, en un equipo al que siempre se le exige protagonismo.
La cita ante Delfín es clave. No solo está en juego el presente de Barcelona, sino también la credibilidad de un proyecto que aún busca despegar.
