La situación financiera y deportiva de Barcelona Sporting Club continúa en el centro de la polémica. Según trascendió, al momento el club mantiene una deuda de dos meses de salario con el primer plantel, luego de que la semana pasada se cancelara un mes atrasado.
También se cumplió con pagos a personal administrativo y divisiones formativas. En el caso del equipo femenino, un grupo de socios gestionó recursos adicionales para cubrir un mes de sueldo.
A este escenario económico se suma el mal momento futbolístico. Bajo la dirección técnica de Ismael Rescalvo, Barcelona acumula resultados irregulares en la LigaPro, con apenas una victoria en el estadio Monumental y mejores números como visitante, lo que ha generado malestar en la hinchada.
La reciente eliminación en la Copa Ecuador a manos de Cuenca Juniors, un equipo de menor categoría, incrementó la presión sobre la dirigencia y el cuerpo técnico. Este fracaso dejó en evidencia las limitaciones del plantel y acrecentó el descontento de los socios y aficionados.
En redes sociales y graderíos, los reclamos apuntan directamente a Rescalvo, cuestionado por su estilo de juego y los pobres resultados. Un sector importante de la hinchada pide su salida inmediata, aunque la dirigencia no ha tomado aún una decisión oficial sobre su continuidad.
El club, que arrastra deudas millonarias en sus estados financieros, enfrenta un momento crítico que combina problemas de liquidez con la pérdida de competitividad deportiva. En medio de esta crisis, Barcelona SC deberá buscar soluciones rápidas para estabilizar su economía y recuperar la confianza de su afición.