Betty Brosmer, conocida más tarde como Betty Weider, se alzó como un ícono indiscutible de los años 50, siendo considerada por muchos la primera supermodelo de la historia. Nacida en Pasadena, California, en 1935, su figura de “cintura de avispa” y su carisma la convirtieron en una sensación nacional, apareciendo en más de 200 portadas de revistas y ganando más de 50 concursos de belleza antes de los 20 años.

Brosmer comenzó su carrera a los 13 años, posando para el catálogo de Sears & Roebuck. A los 15, tras ganar el concurso “Miss Television”, su imagen en la cima del Empire State Building apareció en la portada de TV Guide. Su colaboración con el fotógrafo Bernard la llevó a ser la modelo mejor pagada de la época, apareciendo en publicaciones como Modern Man y Photoplay. Fue la primera modelo en poseer los derechos de sus imágenes, recibiendo regalías por su uso, un hito que marcó un precedente en la industria del entretenimiento. Su negativa a posar desnuda para Playboy, a pesar de una amenaza de demanda, reflejó su integridad: “No lo vi como inmoral, pero no quería avergonzar a mi familia o a mi futuro esposo”, explicó.

En 1961, Betty se casó con Joe Weider, cofundador de la Federación Internacional de Fisicoculturismo, y dejó el modelaje para dedicarse al fitness. Juntos fundaron Shape, la primera revista de fitness femenino en 1981, que se convirtió en un éxito. Brosmer, frustrada por los esquemas engañosos de pérdida de peso, abogó por un enfoque honesto: “Digan la verdad, ayuden a las mujeres a crear un estilo de vida saludable”. Como una de las primeras modelos en usar entrenamiento con pesas, influyó en pautas de salud diseñadas para mujeres, dejando un legado que trascendió la imagen de “chica pin-up”.

Su figura adornó desde portadas hasta películas como The Dirty Dozen y documentales como Pumping Iron. Interpretada por Julianne Hough en la biopic Bigger (2018), Betty Brosmer sigue siendo un símbolo de empoderamiento, autenticidad y valentía. A sus 80 años, continuó escribiendo columnas como “Body by Betty” y “Health by Betty”, inspirando a millones en más de 17 idiomas. Su historia, más allá de su icónica cintura, es la de una mujer que desafió las normas de su tiempo y abrió caminos para las generaciones futuras.