La controvertida teoría sobre una supuesta “maldición” lanzada por la Princesa Diana contra la Familia Real Británica ha vuelto a la palestra, esta vez de la mano de la periodista y escritora Concha Calleja. En recientes declaraciones, Calleja afirmó que Lady Di, en un arrebato de dolor y frustración por el trato recibido, habría deseado que “la maldición la acompañara para siempre y no tuvieran paz”.
Según Calleja, quien ha investigado a fondo la vida de la Princesa de Gales, estas palabras no fueron un mero desahogo, sino una declaración que, para muchos, parece cobrar sentido con los constantes escándalos y dificultades que ha enfrentado la monarquía en los últimos años. Desde los problemas de salud de algunos de sus miembros, hasta las tensiones internas y las polémicas que han salpicado a figuras clave, la Casa Real Británica no ha estado exenta de turbulencias.
La revelación de Calleja ha reavivado el debate sobre la figura de Diana y su compleja relación con la institución. Mientras algunos desestiman estas afirmaciones como meras especulaciones, otros encuentran en ellas una explicación a los acontecimientos recientes, alimentando la leyenda de una princesa que, incluso después de su trágica muerte, sigue influyendo en el destino de la monarquía.
La pregunta que ahora resuena es: ¿fueron las palabras de Diana una premonición o una trágica coincidencia? Lo cierto es que la “maldición” de Lady Di, real o figurada, continúa siendo un tema recurrente y fascinante para el público, manteniendo viva la memoria de la “Princesa del Pueblo” y su impacto en la realeza.
