Boris Becker, leyenda del tenis y tres veces campeón de Wimbledon, compartió un estremecedor testimonio sobre los 231 días que pasó en prisión entre 2022 y 2023, tras ser condenado por ocultar millones de libras a sus acreedores. En su libro de memorias Inside, publicado por entregas en el Daily Mail, el alemán de 57 años describe la experiencia como el “verdadero infierno” de su vida, marcado por el hambre, el frío y el temor constante a la violencia en las cárceles de HMP Wandsworth y Huntercombe, en Oxfordshire.
Becker, cuya fortuna se estimaba en 38 millones de libras, enfrentó momentos de peligro que lo llevaron al límite. En una ocasión, una deuda de 500 libras por un juego de póker lo puso en la mira de un grupo de reclusos. “Sentía que me miraban fijamente, rondando a mi alrededor”, escribió, relatando cómo dos presos lo confrontaron en su celda exigiendo el pago. Un preso rumano le advirtió sobre el líder de la banda, descrito como “un poco loco”, lo que llevó a Becker a saldar la deuda de inmediato.
El episodio más aterrador ocurrió con un recluso apodado Zac, condenado por asesinato, quien amenazó con degollarlo tras una discusión en la celda de otro preso. “Te voy a cortar la garganta. Te voy a matar”, le gritó. La situación se calmó gracias a la intervención de otros internos, y días después, Zac se disculpó arrodillándose ante Becker. En prisión, la supervivencia dependía de alianzas, y Becker forjó amistades con presos como Ike, un narcotraficante, y Shuggy, condenado por asesinato.
A pesar de las penurias, hubo momentos de luz. Sus compañeros de celda lo sorprendieron en su cumpleaños con tres tartas caseras, un gesto que lo conmovió: “Nunca en mi vida había recibido tres tartas el mismo día”. Las llamadas con su entonces prometida, Lilian de Carvalho, fueron su salvación emocional. Tras su liberación en diciembre de 2022 y deportación a Alemania, Becker y Lilian se casaron en septiembre de 2024 en la Riviera italiana y ahora esperan su primer hijo juntos, un “pequeño milagro” que el extenista celebra con ilusión.
Padre de cuatro hijos de relaciones previas —Noah y Elias con Barbara Feltus, Anna con Angela Ermakova, y Amadeus con Sharley Kerssenberg—, Becker reflexiona sobre su caída desde la cima del tenis a la soledad de la cárcel. Su relato no solo expone los peligros de la vida tras los barrotes, sino también su resiliencia y esperanza en un nuevo capítulo junto a su familia.
