Los cambios en el comportamiento de las abejas melíferas, esenciales para polinizar cultivos como cerezas, arándanos, manzanas y almendras, preocupan a los científicos en Estados Unidos. El sobrecalentamiento, con temperaturas internas superiores a 15 °F, obliga a las abejas a batir sus alas con más fuerza y buscar sombra, reduciendo su actividad de polinización y reproducción, según The Cool Down.
Factores como pérdida de hábitat, enfermedades y pesticidas agravan la situación, haciendo a las abejas menos tolerantes al calor, explica Margarita López-Uribe, experta de la Universidad Estatal de Pensilvania, a Phys.org. Estos problemas afectan su salud, disminuyendo su capacidad para resistir condiciones adversas.
La reducción de colonias, con un tercio perdido según apicultores, amenaza el 35% de la producción agrícola mundial, según el Foro Económico Mundial. Esto podría causar escasez de productos y aumentos de precios en supermercados, afectando la seguridad alimentaria.
