A medida que se acerca el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el 21 de abril de 2025, las redes sociales se han convertido en un reflejo del interés global por el proceso, según El Comercio. Cardenales como Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, y Luis Antonio Tagle, prefecto del Dicasterio para la Evangelización, han compartido mensajes en plataformas como X, destacando la solemnidad de los novendiales y las congregaciones generales. Dolan, con más de 300.000 seguidores, publicó sobre la misa exequial en San Pedro, mientras Tagle, conocido como el “Francisco filipino”, expresó gratitud por el legado de Francisco, generando miles de interacciones.
La actividad digital contrasta con la tradición de aislamiento del cónclave, que comenzará el 7 de mayo en la Capilla Sixtina. La constitución apostólica Universi Dominici Gregis prohíbe el uso de dispositivos electrónicos durante el evento para garantizar el secreto, y los cardenales juran silencio bajo pena de excomunión. Sin embargo, en los días previos, las redes permiten a los 135 electores, como el joven Mykola Bychok (45 años) de Australia, conectar con fieles, compartir reflexiones y, en algunos casos, perfilar su imagen. Bychok, por ejemplo, ha usado X para promover el diálogo interreligioso, alineado con su experiencia en comunidades multiculturales.
El Vaticano, consciente del impacto digital, ha restringido la información oficial a comunicados de Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa, quien reportó que 61.000 personas rindieron homenaje a Francisco hasta el 24 de abril. Mientras, en X, hashtags como #Conclave2025 y #HabemusPapam acumulan millones de publicaciones, con especulaciones sobre candidatos como Pietro Parolin, Matteo Zuppi o Péter Erdő. La presencia de cardenales en redes, aunque limitada por la edad promedio de 72 años del colegio electoral, muestra una Iglesia adaptándose a la era digital, aunque con cautela ante posibles injerencias tecnológicas, un riesgo señalado por Benedicto XVI y Juan Pablo II.
La polémica sobre el cardenal Angelo Becciu, condenado por fraude y cuya participación en el cónclave es incierta, también ha avivado debates en línea. Becciu, de 76 años, insistió en su derecho a votar, pese a no figurar en la lista oficial de electores, generando críticas y memes en plataformas sociales. Esta dinámica digital, que mezcla devoción, especulación y controversia, cesará una vez que los cardenales entren en la Casa Santa Marta, donde el silencio y la oración marcarán el proceso para elegir al próximo líder de los 1.400 millones de católicos en el mundo.