El pasado martes, el rey Carlos III y el príncipe Harry protagonizaron un encuentro en Clarence House que ha sido descrito como una “cumbre de paz”, alimentando esperanzas de una reconciliación en la familia real británica. La reunión, que duró 54 minutos y se desarrolló en un ambiente distendido con una taza de té, podría ser el preludio de un esperado reencuentro del monarca con sus nietos, Archie (6 años) y Lilibet (4 años), a quienes no ha visto desde el Jubileo de Platino de Isabel II en 2022.
Fuentes de palacio confirmaron al Daily Mail que se espera que el príncipe Harry regrese al Reino Unido el próximo año acompañado de Meghan Markle y sus hijos, lo que permitiría a Carlos III retomar su rol de abuelo con los pequeños. Este encuentro representaría un paso significativo hacia la normalización de las relaciones familiares, tensas desde que los duques de Sussex decidieron apartarse de sus roles en la realeza en 2020.
“Está claro que Harry se arrepiente de algunos de sus actos y desea restablecer la relación con su familia y con el pueblo británico”, aseguraron las fuentes. El príncipe, quien expresó en mayo a la BBC su deseo de reconciliación, parece haber adoptado un enfoque más conciliador tras perder una batalla legal contra el Ministerio del Interior británico por cuestiones de seguridad durante sus visitas al Reino Unido. Su portavoz confirmó que Harry disfrutó su reciente visita a Londres, la primera desde el funeral de la reina Isabel II en septiembre de 2022 en la que Meghan lo acompañó.
La reunión en Clarence House marca un contraste con la tensa “cumbre de Sandringham” de 2020, que simbolizó la ruptura de los Sussex con la familia real. Aunque el camino hacia una reconciliación total aún es largo, este encuentro se interpreta como un avance significativo. Sin embargo, la relación entre Harry y su hermano, el príncipe Guillermo, sigue distante, con agendas que reflejan una clara intención de evitar un encuentro en el corto plazo.
Los próximos meses serán clave para determinar si esta “cumbre de paz” logra consolidar una nueva dinámica familiar. Mientras tanto, la posibilidad de que Carlos III pueda volver a disfrutar de momentos con Archie y Lilibet mantiene viva la esperanza de un acercamiento en una familia marcada por años de desencuentros.
