Carlos Slim, el hombre más rico de México y uno de los empresarios más influyentes de América Latina, ha revelado en una entrevista cuál ha sido el peor error que ha cometido como inversionista. El magnate confesó que su mayor arrepentimiento no fue una mala compra, sino haber vendido demasiado pronto sus acciones de Apple, que había adquirido a precios bajos antes del regreso de Steve Jobs a la compañía. Slim detectó una oportunidad en la valuación de la compañía y compró, pero su “prisa por vender” le costó millones de dólares en ganancias potenciales al no capitalizar el crecimiento exponencial que tuvo Apple años después.
Slim, que también vendió acciones de Amazon antes de que se disparara su valor, ha convertido estas experiencias en la base de su filosofía de inversión. El empresario promueve la “administración paciente” de los portafolios y aconseja que, ante la duda de comprar o vender, se “haga la mitad”. Este principio de cautela y diversificación, que le atribuye a un pariente, le ha permitido capear crisis y construir un imperio con presencia en telecomunicaciones, construcción y servicios financieros.