El 25 de agosto, tres carteles aparecieron en un puente peatonal de la avenida Naciones Unidas, en Quito, ofreciendo recompensas de 15, 25 y 50 millones de dólares por información sobre Vladimir Padrino López, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, respectivamente. Los carteles, retirados el martes, mostraban sus rostros y un código escaneable, en una zona de alta circulación cerca de la Corte Nacional de Justicia y el parque La Carolina.
Luis Magallanes, de Voluntad Popular, celebró la acción en redes, vinculándola a la declaración del presidente Daniel Noboa el 14 de agosto, que identificó al Cartel de los Soles como grupo terrorista por amenazar la soberanía ecuatoriana. EE. UU., que el 25 de julio también lo catalogó como tal, aumentó a 50 millones la recompensa por Maduro, acusado de narcotráfico y nexos con el Cartel de Sinaloa y Tren de Aragua.
La fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, calificó a Maduro como “uno de los mayores narcotraficantes” y una amenaza a la seguridad nacional. Magallanes afirmó que las recompensas de 90 millones podrían “cambiar la vida a 30 millones de venezolanos”, mientras Ecuador y EE. UU. intensifican medidas contra el crimen organizado transnacional.