Un cazador desapareció en el monte Esan, Hokkaido, cerca de donde se avistó un oso pardo el 12 de julio. Las autoridades hallaron un rifle y manchas de sangre en una carretera próxima, tras ser reportado el martes por un amigo. La búsqueda continúa en medio de una emergencia por osos en Fukushima, a 120 km.
La emergencia, declarada tras el ataque mortal de un oso a Kenju Sato, repartidor de 52 años, el 12 de julio, moviliza a policías, bomberos y cazadores. Sato fue mordido y arrastrado 100 metros. Otros ataques recientes en Honshu incluyen la muerte de una mujer de 81 años en Iwate y agresiones en Aomori y Nara.
Expertos atribuyen el aumento de ataques a la escasez de alimento por la crisis climática, que empuja a los osos a áreas residenciales. Los osos pardos Ussuri de Hokkaido, de hasta 3 metros y 500 kg, y los osos negros asiáticos, más pequeños, representan un peligro mortal.
Las autoridades piden a los residentes evitar desechar comida al aire libre para no atraer osos, mientras intensifican esfuerzos para controlar la amenaza en la región.