China ha marcado un hito en la ingeniería global al inaugurar el túnel para autopistas más largo del mundo, una estructura que atraviesa el estuario del río Perla. Esta obra monumental forma parte de un corredor de 24 kilómetros que combina puentes colgantes, islas artificiales y el tramo subterráneo que establece un nuevo estándar en la infraestructura de transporte internacional. Según reporta el medio Infobae, este proyecto ha sido diseñado para resistir condiciones climáticas extremas y movimientos sísmicos, permitiendo que miles de vehículos circulen diariamente por debajo del lecho marino con niveles de seguridad nunca antes vistos en construcciones de esta magnitud.
La puesta en marcha de esta infraestructura permite reducir el trayecto entre Shenzhen y Zhongshan de dos horas a tan solo treinta minutos, dinamizando la integración económica de la Gran Bahía. La construcción del túnel enfrentó desafíos tecnológicos complejos, incluyendo la colocación de enormes secciones de hormigón y acero bajo el agua con una precisión milimétrica. Con esta inauguración, el gigante asiático reafirma su liderazgo en el desarrollo de megaproyectos de conectividad, facilitando el movimiento de mercancías y personas en una de las zonas industriales más activas del planeta, lo que supone un avance estratégico para la logística y el comercio en toda la región sur del país.









