China elevó la presión sobre Japón este martes, combinando acciones militares, diplomáticas y políticas, en respuesta a las recientes declaraciones de la primera ministra nipona, Sanae Takaichi, sobre una posible intervención japonesa en un conflicto en torno a Taiwán.
Escalada Militar y Diplomática
- Maniobras Ampliadas: La Administración de Seguridad Marítima china anunció la extensión de sus ejercicios militares con fuego real en una zona del sur del Mar Amarillo hasta el 25 de noviembre. Esta maniobra implica la prohibición total de navegación diaria y se suma a ejercicios previos en el sector central del mismo mar.
- Protestas Formales: En Pekín, el Ministerio de Exteriores chino presentó nuevas protestas formales, asegurando que las declaraciones de Takaichi “violaron gravemente” el derecho internacional, “socavaron el orden internacional de posguerra” y “dañaron de raíz” la base política de la relación bilateral, además de “provocar la indignación del pueblo chino”.
- Exigencia: China exigió a Tokio “retirar de inmediato sus declaraciones equivocadas” y “detener la creación de problemas”.
Impacto en las Relaciones Bilaterales
La tensión afecta múltiples esferas, mientras Japón intenta calmar la situación:
- Diálogo Falla: Japón envió a Masaaki Kanai a Pekín para transmitir que su postura sobre Taiwán no ha cambiado. Sin embargo, Pekín descartó que el primer ministro, Li Qiang, tenga previsto reunirse con líderes japoneses durante la cumbre del G20 en Sudáfrica.
- Advertencias a Ciudadanos: Pekín emitió avisos la semana pasada, exhortando a sus ciudadanos a evitar viajar o estudiar en Japón, alegando un ambiente “hostil”. Esto resultó en casi medio millón de cancelaciones de vuelos desde China hacia Japón y pérdidas bursátiles para empresas japonesas de turismo.
- Cultura: Dos películas japonesas, Cells at Work! y Crayon Shin-chan: The Burning Kasukabe Dancers, pospusieron su estreno en China tras recibir notificaciones oficiales.
China también calificó de “espectáculo político malintencionado” las declaraciones del embajador estadounidense en Japón, George Glass, por reiterar el compromiso de Washington con la defensa de las disputadas islas Senkaku (Diaoyu en China).
El aumento de las tensiones coincide con el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, periodo en el que China ha recordado atrocidades cometidas por el ejército nipón.








