China logró un avance en comunicaciones satelitales al transmitir datos a 1 Gbps desde un satélite geoestacionario a 36,705 km, cinco veces más rápido que Starlink, según un experimento reportado el 17 de junio de 2025. Usando un láser de 2 vatios, superó la turbulencia atmosférica con óptica adaptativa y recepción de diversidad modal.
El sistema, desarrollado por la Universidad de Correos y Telecomunicaciones de Pekín, permite enviar una película en HD en menos de cinco segundos. A diferencia de Starlink, que opera en órbitas bajas con velocidades de 50-339 Mbps, el láser chino ofrece mayor eficiencia energética y ancho de banda desde mayor altitud.
Este hito se suma a logros previos, como los 10 Gbps del satélite Shijian-20 en 2020. Proyectos como Qianfan, con 54 satélites lanzados, y Guowang, que planea 13,000, buscan competir con los 7,000 satélites de Starlink, desafiando su dominio en internet satelital.
Aunque experimental, la tecnología láser china promete aplicaciones en 6G, comunicaciones militares y redes cuánticas. Starlink, que usa láser entre satélites pero no hacia la Tierra, enfrenta presión para innovar. La carrera por la conectividad global se intensifica.
China enfrenta retos como la congestión orbital y altos costos, mientras SpaceX lidera en lanzamientos con cohetes reutilizables. Sin embargo, el avance chino marca un cambio en la competencia espacial, con implicaciones comerciales y geopolíticas significativas.
