En Chongón, ubicado en el kilómetro 24 de la vía a la costa en Guayaquil, una creciente ola de extorsiones aterroriza a la comunidad. Docentes, comerciantes y transportistas enfrentan amenazas de bandas criminales que exigen pagos a cambio de “seguridad”. Una maestra recibió un mensaje intimidante: “Si no colaboras, les matamos a un estudiante”, lo que llevó a considerar clases virtuales, aunque la escuela optó por continuar presencialmente tras recibir resguardo policial temporal.
Comerciantes reportan cobros que varían según el negocio, desde $3.000 hasta $10.000 como “cuota inicial”, seguidos de mensualidades de $800 a $1.000. Quienes se resisten enfrentan represalias, como el ataque con una bomba casera a un gimnasio el 25 de mayo o el secuestro de un comerciante el 17 de mayo, obligado a pagar $20.000. Conductores de tricimotos también son extorsionados, pagando $30 mensuales recaudados por cooperativas. Los vecinos señalan que bandas como Los Fatales y Los Águilas disputan el control del territorio.
Moradores exigen mayor inteligencia policial, destacando que Chongón tiene una única entrada y salida, lo que facilitaría controles. A pesar de la presencia de una Unidad de Policía Comunitaria, consideran insuficiente el patrullaje. La comunidad, atemorizada, pide operativos más efectivos para frenar la delincuencia y recuperar la tranquilidad en una zona donde la violencia y las extorsiones se han normalizado, afectando la vida diaria y los negocios locales.