Barron Trump, el hijo de 19 años del presidente Donald Trump y la Primera Dama Melania Trump, ha acaparado la atención de los medios no por un evento político, sino por su vida amorosa. Recientemente se dio a conocer que el joven, estudiante de la Universidad de Nueva York, cerró un piso completo de la Trump Tower en Manhattan para poder tener una cita romántica con una chica.
Aunque la medida pueda sonar a un acto de pura ostentación, fuentes cercanas a la familia aseguran que la decisión de clausurar una planta entera del rascacielos responde, sobre todo, a estrictos motivos de seguridad. Ser el hijo del actual presidente de los Estados Unidos conlleva medidas de protección intensas, y la cita no fue la excepción. Al bloquear un piso completo, el Servicio Secreto pudo garantizar un entorno privado y seguro para el encuentro de Barron y su acompañante.
A pesar de su bajo perfil, la vida personal de Barron, quien ha sido descrito por su padre como “un gran chico, alto, apuesto y un gran estudiante”, despierta gran curiosidad. El joven, que vive en la Casa Blanca mientras estudia en un campus de la NYU en Washington, D.C., busca mantener sus interacciones sociales lo más privadas posible. De hecho, según reportes, ha optado por usar plataformas como Xbox chat o Discord para comunicarse con sus amigos y evitar que su número de teléfono se filtre al público.
Los rumores sobre la vida amorosa de Barron han crecido en los últimos meses. Si bien se desconoce la identidad de su acompañante, se le ha descrito como un “verdadero rompecorazones” y alguien con “mucha popularidad entre las chicas” en su campus universitario, a donde asiste a la Stern School of Business. Esta cita en la Trump Tower solo confirma que, para el hijo menor de la familia presidencial, la privacidad y la seguridad son elementos inseparables, incluso en los asuntos del corazón.
