La Agencia Metropolitana de Control (AMC) clausuró el estadio Olímpico Atahualpa en Quito tras identificar graves incumplimientos en las normas de seguridad contra incendios. Un informe del Cuerpo de Bomberos reveló la presencia de cilindros de gas licuado de petróleo (GLP) almacenados de manera irregular en locales internos, lo que representa un riesgo significativo para los asistentes a eventos masivos. La medida, que incluye la colocación de sellos de seguridad, se tomó luego de dos inspecciones previas donde se notificaron estas irregularidades sin que los responsables del estadio tomaran acciones correctivas.
El uso de GLP está estrictamente prohibido según la Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE) del estadio, y su incumplimiento constituye una infracción administrativa grave bajo el Código Municipal de Quito. La AMC enfatizó que la clausura busca garantizar la seguridad de la ciudadanía, advirtiendo que la remoción no autorizada de los sellos de seguridad es un delito penal que podría conllevar hasta tres años de prisión. Este cierre temporal ha generado preocupación entre los aficionados y equipos que utilizan el estadio, como Universidad Católica, El Nacional y Vinotinto, quienes deberán buscar alternativas para sus encuentros.
La clausura del Atahualpa, un ícono del fútbol ecuatoriano, reaviva el debate sobre su mantenimiento y posible remodelación, temas que han sido recurrentes en los últimos años sin soluciones concretas. La AMC anunció una rueda de prensa para el 9 de junio de 2025, a las 10:30, en el Palacio Municipal de Quito, donde se detallarán las acciones a seguir y el tiempo estimado de la clausura. Mientras tanto, el futuro del estadio permanece incierto, con llamados a mejorar su infraestructura para cumplir con estándares internacionales y recuperar su rol como sede principal de la selección ecuatoriana.
