El gobierno de Colombia expresó su rechazo a la decisión de Estados Unidos de retirarle la certificación en la lucha contra las drogas. El Ministerio de Relaciones Exteriores manifestó en un comunicado que esta medida ignora los esfuerzos y los logros alcanzados por el país andino en su batalla contra el narcotráfico. Según el texto oficial, Colombia ha estado en la primera línea de defensa de la seguridad hemisférica y ha pagado un precio muy alto, con la pérdida de innumerables vidas en una “lucha sin sentido”. La certificación, una evaluación anual de Washington, es fundamental para que el país reciba una ayuda de aproximadamente 380 millones de dólares al año.
La decisión, anunciada por el Departamento de Estado, se basa en la determinación presidencial de que Colombia ha “incumplido manifiestamente” sus obligaciones en acuerdos internacionales. El presidente estadounidense Donald Trump señaló que “el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado niveles récord bajo la presidencia de Gustavo Petro”, y que los intentos de este último por lograr acuerdos con grupos narcoterroristas “solo han exacerbado la crisis”. Con esta medida, Colombia se une a la lista de países que, según Estados Unidos, han fallado en sus obligaciones antidrogas, junto con Afganistán, Bolivia, Birmania y Venezuela.
La tensión diplomática entre ambos países se agrava con esta decisión. Colombia, el mayor productor mundial de cocaína, considera injusto el retiro de la certificación, mientras que Washington insiste en que las cifras de producción han aumentado de manera preocupante. Este estancamiento diplomático subraya las diferentes visiones y estrategias en el combate al narcotráfico, y podría impactar la relación bilateral y la cooperación en materia de seguridad.