Tras la explosión ocurrida la noche del 3 de junio de 2025 en las calles Ayacucho y Eloy Alfaro, en la Bahía de Guayaquil, que dañó al menos cinco locales comerciales, los comerciantes del sector elevaron un urgente pedido al gobierno para que las Fuerzas Armadas intervengan en la zona. “Queremos que las Fuerzas Armadas entren a la Bahía, queremos trabajar tranquilos”, expresó un comerciante, reflejando el hartazgo ante las extorsiones y atentados que han escalado en los últimos meses. La detonación, atribuida a un artefacto explosivo lanzado por dos sujetos en moto, afectó puertas, vitrinas y ventanales de edificios cercanos, intensificando el miedo entre los vendedores.
Los comerciantes denuncian que las bandas extorsionadoras, que exigen pagos conocidos como “vacunas”, han incrementado sus amenazas, dejando panfletos y mensajes intimidatorios como “Si no pagan, les volamos los locales”. En mayo de 2025, se reportaron otros ataques similares en las calles Ayacucho, Chimborazo, Quito y Manabí, incluyendo una explosión el 8 de mayo y un artefacto sin detonar el mismo día. Un comerciante afectado relató haber recibido un mensaje exigiendo $1.000 por local para evitar más atentados, una suma inalcanzable para muchos que apenas cubren sus gastos básicos.
La Federación de Comerciantes Minoristas del Guayas, liderada por Galilea Villasagua, ha señalado que la presencia policial actual es insuficiente. A pesar de reuniones previas con autoridades, como la del 12 de mayo frente a la Gobernación del Guayas, donde se prometieron 25 policías adicionales y más patrullajes, los vendedores aseguran que la situación no mejora. Los apagones nocturnos agravan la inseguridad, facilitando los ataques. “Trabajar con miedo es el día a día”, lamentó un comerciante, mientras otro destacó que las ventas han caído drásticamente, afectando sus ingresos.
El ministro del Interior, John Reimberg, anunció que desde las 05:00 del 4 de junio se desplegaron equipos especializados para dialogar con los afectados y recabar información. Sin embargo, los comerciantes critican la falta de acción concreta y piden una intervención más contundente, incluyendo la presencia de militares para disuadir a los delincuentes. La Policía Nacional y Segura EP están analizando videos de seguridad que captaron el momento del ataque, pero la desconfianza persiste, ya que muchos vendedores temen represalias al denunciar. El gobierno ha prometido reforzar la seguridad en los próximos días, pero los comerciantes insisten en soluciones inmediatas para recuperar la tranquilidad en este corazón comercial de Guayaquil.